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Kotra Santiago y CORFO profundizan sus lazos de cooperación mirando a las nuevas industrias

Chile y Corea del Sur son dos naciones que, a primera vista, pueden parecer distantes geográficamente, pero que comparten una visión común de desarrollo económico, innovación y progreso. A medida que el mundo se vuelve más interconectado, las oportunidades de colaboración entre estos dos países se vuelven cada vez más evidentes y prometedoras. Trabajando con CORFO queremos aprovechar los recursos y fortalezas de ambas naciones que puede conducir a una colaboración fructífera y beneficios mutuos.

Cooperación

Corea del Sur es conocida como una potencia tecnológica mundial, hogar de gigantes como Samsung, LG y Hyundai. Por otro lado, Chile ha demostrado un crecimiento significativo en su sector tecnológico en los últimos años, con un ecosistema de startups en rápido desarrollo y un enfoque creciente en la innovación. La colaboración en investigación y desarrollo entre empresas y universidades de ambos países podría generar avances significativos en áreas como la tecnología limpia, la inteligencia artificial, la biotecnología y la energía renovable.

Chile es conocido por sus vastos recursos naturales, incluidos el cobre, el litio, el salmón y el vino. Por otro lado, Corea del Sur tiene una fuerte demanda de estos productos, así como una capacidad de fabricación y distribución altamente desarrollada. Esto crea oportunidades para una asociación estratégica en el comercio y la exportación, donde Chile puede satisfacer las necesidades de Corea del Sur mientras diversifica sus mercados de exportación y fortalece su economía.

Energía y Sostenibilidad

Ambos países comparten un interés común en la promoción de prácticas comerciales sostenibles y la mitigación del cambio climático. Chile es líder en energía renovable en América Latina, con un gran potencial en energía solar, eólica y geotérmica. Corea del Sur, por su parte, ha estado invirtiendo en tecnologías limpias y está comprometido con la transición hacia una economía baja en carbono. La colaboración en proyectos de energía renovable y la transferencia de tecnología pueden beneficiar no solo a ambas naciones, sino también al medio ambiente global.

A medida que continuamos avanzando en un mundo cada vez más interconectado, la colaboración entre naciones se vuelve no solo deseable, sino también esencial para abordar los desafíos globales y fomentar un crecimiento económico sostenible.